La historia de las alfombras persas ha logrado conquistar a más de un amante del arte. Como bien sabrás, no se tratan solo de objetos decorativos. El encanto de las alfombras persas esconde mucho más: un patrimonio cultural y artístico único.
En Dicarpet conocemos de cerca sus características y propiedades, pero también sabemos que es importante tener en cuenta qué acontecimientos son los que nos han traído hasta hoy en día elementos tan especiales como las alfombras persas.
En este post descubriremos todo lo que necesitas saber sobre la historia de las alfombras persas, cómo son fabricadas y cuáles son los materiales que le dan vida.
Origen: ¿de dónde vienen las alfombras persas?
El origen de la fabricación de estas alfombras se encuentra en la antigua región de Persia, actualmente Irán. Este siempre ha sido reconocido mundialmente como el auténtico centro de fabricación de alfombras persas, y se ha convertido en el centro de producción artesanal más importante.
La técnica de anudado de las alfombras persas se transmite de generación en generación, por lo que ha pasado a transformarse en todo un emblema de su cultura y una manifestación artística única.
También habrás visto que no todas las alfombras persas se llaman igual y que en el mercado podrás encontrar diversos tipos. Cada uno de estos nombres hace referencia a la región de Irán en la que la alfombra fue fabricada. En función de su traducción del persa al español, encontrarás alfombras Isfahan, Tabriz, Bidjar o Shiraz entre otras.
Historia de las alfombras persas
En cuanto a la historia de las alfombras persas, los arqueólogos han encontrado restos de las primeras fabricaciones que datan hasta 3500 años atrás. El primer ejemplar encontrado es la alfombra Pazyryk, la cual se calcula que fue tejida en el siglo V a. C. Ya en estos restos podemos descubrir claros indicios de la compleja elaboración que requieren.
Dado que los materiales con los que se crean son naturales y se deterioran con rapidez, es difícil encontrar auténticas pruebas arqueológicas que puedan contarnos más sobre los orígenes de las alfombras persas.
Las alfombras persas se utilizaban antiguamente como protección contra los duros inviernos característicos de esta región. El interés de la nobleza persa, así como su creciente popularidad en el continente Europeo fueron lo que lo convirtieron en un objeto de lujo codiciado por las más altas esferas de la sociedad en el ámbito internacional.
El periodo de máximo esplendor y que más impulsó su producción durante la historia de las alfombras persas fue durante los Safávidas. Estos convirtieron su fabricación en un gran referente de la industria nacional y lograron que fueran exportadas a otras regiones como la India y Europa.
A través de menciones escritas sobre ellas, y su aparición en representaciones artísticas de pintores europeos, podemos situar su llegada a Europa en torno al siglo XIII. Como dato interesante, dado el prestigio y gran valor que tenían estos objetos, no se tendían sobre el suelo, sino que se colgaban de las paredes y se situaban sobre las mesas.
¿Cómo se fabrican las alfombras persas?
Los artesanos que elaboran las alfombras persas o bien conocen de memoria los patrones que deben reproducir o siguen las instrucciones de un experto. Por otro lado, también se fabrican alfombras a través de métodos industriales, pero estos no aportan los mismos resultados y su calidad es mucho menor.
Dos elementos importantes en su fabricación:
- Densidad del nudo: el número de nudos por cada metro cuadrado en la alfombra.
- Tipo de nudo: hay dos tipos de nudos:
- Asimétrico o persa: urdimbres cerradas por el hilo de lana
- Simétrico o turco: el hilo está libre.
Materiales utilizados para las alfombras persas
Los materiales utilizados originalmente durante toda la historia de las alfombras persas han sido de origen natural. Principalmente, se utilizan la lana, el algodón y la seda para confeccionar la alfombra y luego tintes de fuentes naturales para teñirlas. Es aquí donde reside su auténtica personalidad.
Podemos distinguir dos tipos de lana para fabricarlas, la lana kurk de gran calidad y la lana tabachi que es de menor calidad. Los hilos que ataremos están hechos de este material, mientras que la urdimbre y la trama está hecha con algodón.
Los tintes, por otro lado, se consiguen a partir de raíces de plantas y hojas como la de la vid y el azafrán. A pesar de que hoy en día esté muy extendido el uso de las tintas artificiales, solo las naturales se fijarán mejor al algodón y la lana y ofrecen resultados de mayor calidad.
Motivos y simbología de las alfombras persas
Una de las características que hace que las alfombras persas sean tan especiales son sus atrevidos colores y su única simbología. A través de avanzadas técnicas de anudado, podemos identificar todo tipo de elementos que nos narran historias y eventos cotidianos.
La principal fuente de inspiración para crearlas es la naturaleza. El artesano imprime en sus hilos flores, plantas, árboles y animales que conviven y reavivan el fondo de cualquier alfombra. Vemos desde enredaderas que cubren todos sus bordes hasta convertirse en el elemento principal con elegantes medallones.
Los colores principales utilizados son el rojo, que simboliza alegría y viveza; blanco para representar la pureza; y el azul como el tono que brinda paz y armonía. Dependiendo del mensaje que la alfombra persa esconda, el artesano jugará con unas tonalidades u otras.
Esperamos que este post te haya sido de ayuda y que hayas podido descubrir más sobre la historia de las alfombras persas y sus orígenes. Si quieres seguir explorando más sobre esta obra de la artesanía, te invitamos a leer los siguientes artículos: