Hay algo detrás de la decoración oriental que nos hipnotiza. Quizá sea su calma, el juego ve colores, aquellos toques dorados que iluminan el cuarto. Nos transporta a otro lugar, sin tener que movernos de casa. Alfombras, velas, amplios ventanales… cada elemento se vuelve imprescindible.

Aunque normalmente asociemos este estilo decorativo con la cultura china o japonesa, no debemos olvidar que hay muchas otras tradiciones que lo enriquecen, y podrás encontrar diversas vertientes dentro de él.

En este post veremos la raíz de la decoración oriental, cuáles son las claves que la definen y de qué forma puedes transformar por completo tu estancia con unas pocas indicaciones.

¿Qué corrientes de decoración oriental existen?

Tal y como hemos mencionado unos párrafos anteriores, generalmente cuando pensamos de decoración oriental tenemos en mente espacios inspirados en las vertientes japonesas y chinas. Sin embargo, hay muchas más alternativas a tu alcance, las cuales podríamos resumir en las siguientes corrientes.

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Decoración japonesa

Se caracteriza por utilizar muebles muy funcionales y sencillos, ya que el minimalismo es un punto clave de este tipo de decoración. Así, nos encontraremos con un espacio sobrio, y ambientes poco recargados. Además, tiende a emplear colores terrosos, beige y neutros.

Las plantas también son un elemento clave. Crea pequeños jardines en el interior de la estancia y añade ese toque orgánico tan característico de los hogares japoneses.

Decoración china

A diferencia de la sobriedad de la decoración japonesa, la china es mucho más excéntrica y llamativa. En ella veremos como los dorados toman un papel protagonista, junto con el rojo, la tonalidad principal en este estilo (y sinónimo de suerte en esta cultura).

Además, utilizan muchos más elementos ornamentales que en el anterior. En realidad, aunque el estilo japonés y el chino se suelan utilizar como sinónimos, estos crean ambientes totalmente distintos.

Decoración persa

El elemento principal de la decoración persa es, valga la redundancia, una alfombra persa. Estas antiguamente cubrían paredes y suelos de grandes palacios, y hoy en día es un elemento esencial en la decoración oriental que siga esta vertiente.

También nos inspirarán los dorados, los rojos, amarillos y azules marinos. No olvides tener en cuenta las texturas de las telas que elijas, así como los elementos decorativos que elijas.

Decoración india

En la decoración india sigue predominando lo llamativo y los elementos ornamentales. Algunos colores predominantes son, por supuesto el dorado, el naranja, el verde y los azules, así como los rosas. Los mandalas deben estar presentes, ya sean en las telas o en los cojines. Es uno de los estilos orientales más alegres y vivos. 

Decoración

1. La naturaleza: inspírate en ella y apuesta por lo orgánico

La naturaleza es la principal fuente de inspiración en cualquiera de las vertientes de decoración oriental. ¿Cómo se refleja esto en tu hogar? Elige muebles de materiales orgánicos, como el bambú, el roble, el algodón o la lana.

Otra opción es escoger estampados o diseños con motivos naturales. Nuestras alfombras, por ejemplo, tienen medallones florales, escenas bucólicas y plantas que se enredan unas con otras para darles forma. Puedes aplicarlo a los cojines o a los cuadros que elijas como decoración.

2. Los colores imprescindibles del estilo oriental

De esto ya hemos hablado previamente, y es que los colores son una parte fundamental para crear la atmósfera adecuada dependiendo del estilo oriental de tu preferencia. Los rojos y dorados para un estilo más tradicional chino, pero también serán una buena idea si prefieres inspirarte en el estilo persa. Si eres más minimalista, entonces los neutros y los tonos beige son tu apuesta segura.

Te recomendamos sobre todo que combines colores más claros con los más vivos, haciendo que los primeros actúen como lienzo sobre el que los rojos, verdes y azules puedan destacar. 

3. Elementos que no pueden faltar en la decoración oriental

La decoración debe ir más allá de lo visual, y esto se acentúa aún más en los estilos orientales. El ruido del agua fluyendo por un arroyo, los sonidos de pequeñas campanas tintineando con el paso del viento y el tacto suave del terciopelo. Todos son elementos que no pueden faltar y que debes reproducir en la decoración para obtener una atmósfera completa.

Incienso, velas aromáticas, campanas de viento, una alfombra persa: debes crear un ambiente que estimule los cinco sentidos. Estos tres son piezas fundamentales de la decoración oriental y actuarán de broche final para dar coherencia y sentido al resto de artículos.

4. El orden: todo en su justa medida

El orden es otro punto clave dentro de la decoración oriental. La naturaleza nos aporta balance, es nuestro sinónimo de perfección: todo tiene su razón de ser, cada elemento se coordina el uno con el otro en perfecta armonía. Este es el equilibrio que debes intentar transmitir con el estilo de tu hogar.

Confía en buenos sistemas de almacenaje, no recargues las superficies y mantenlas limpias a diario, y añade la ornamentación adecuada y justa para embellecer la habitación.

5. La iluminación, tanto natural como artificial

En la decoración oriental encontrarás espacios amplios y muy bien iluminados. Dependiendo del estilo por el que te decantes, deberás escoger un método u otro. Eso sí, siempre debe prevaler la iluminación natural frente al resto. Los grandes ventanales se convertirán en grandes aliados de los amantes de la decoración oriental.

Puedes escoger lámparas hechas de bambú, también optar por las velas para darle un toque más natural, o escoger modelos más exóticos con diseños más exagerados.

Estas son las claves de la decoración oriental que podrás aplicar fácilmente en tu hogar. Esperamos que hayas encontrado interesante este artículo y que las puedas poner en práctica lo antes posible.

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